Las listas de espera son un factor inseparable de cualquier sistema sanitario –sea público o privado–, puesto que es materialmente imposible asistir a todo el mundo de inmediato. Pero el enorme crecimiento de las listas de espera en Cataluña en los últimos dos años empieza a ser preocupante y supone una barrera entre la ciudadanía y su derecho a recibir una atención sanitaria de calidad.
Actualmente en Cataluña hay 181.000 personas que están esperando una intervención quirúrgica, 27.000 más que en 2010. De estas, cerca de 20.000 hace entre uno y dos años que esperan a ser intervenidas, y otras 6.000 esperan entre dos y tres años.
“Las listas de espera –explica Teresa Fuentelsaz, del sindicado Médicos de Cataluña– han aumentado porque se han cerrado plantas y quirófanos y se han echado a médicos”.
Efectivamente, desde el punto de vista presupuestario, la sanidad catalana ha pasado de los 9.874 millones de euros en 2011 a los 8.289 en 2013.
Como siempre, detrás de las cifras hay personas que sufren. La Plataforma por el Derecho a la Salud (PDS) detectó que solo en las listas de espera de dos hospitales 46 personas llevan más de tres años esperando una operación de mano, y 104 hace tres años que esperan por una fusión raquídea, una intervención indicada para luchar contra el dolor agudo de espalda.
“Los responsables sanitarios publican los tiempos de espera medios, pero las medias esconden los casos extremos. Te dicen que hay un tiempo de espera medio de 6 meses, pero después encuentras que hay un paciente que hace que espera 2 meses y otro 10”, explica Josep Martí, médico y miembro de la PDS.
En este sentido, la Plataforma de Afectados por los Recortes Sanitarios (PARS) destapó hace un año que la Consejería de Salud utilizó datos erróneos de 2011 para simular una disminución del tiempo de espera. Hace pocos días Médicos de Cataluña advertía de que la situación de las listas de espera es “aterradora”, y ha afirmado que “esto solo es la punta de un iceberg de una tragedia que no aflora por la ‘picaresca’ en el maquillaje de las demoras reales”.
En este escenario, ciudadanos de toda Cataluña se están organizando con el objetivo de luchar contra unas listas de espera que, a pesar de los maquillajes y el silencio mediático, afectan a la salud y a la vida de decenas de miles de personas. Una reacción ciudadana que, según la PDS, “aspira a ayudar a los afectados, pero, sobre todo, a poner sobre la mesa un problema social que hay que afrontar juntos como ciudadanía”.
“Nos veremos en los tribunales…”
Cada miércoles, desde hace cerca de dos años, vecinos de Hospitalet del Llobregat montan una parada a las puertas del Hospital de Bellvitge. El objetivo es detectar casos de gente que esté sufriendo con las listas de espera y denunciarlos. Esta iniciativa surgió a raíz de la interpretación del ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo del relativamente desconocido derecho de petición, recogido en la Constitución. Sobre la base de este derecho, la asociación Dempeus [‘en pie’] per la Salut Pública y 30 organizaciones más desarrollaron la iniciativa penal popular (IPP), que pretendía, entre otras cosas, encausar a las autoridades sanitarias por “denegación del derecho a la asistencia”. Para hacerlo, se desarrollaron una serie de modelos de queja que son los que ahora usa el vecindario de Bellvitge.
“Hay que hacer siempre todas las reclamaciones por escrito, pero no solo con las hojas de reclamación de los hospitales”, explica Miguel Mansergas, uno de los vecinos que saca adelante la campaña.
Así, una de las herramientas que tienen los vecinos en su mesa es un formulario para ejercer el “derecho de petición”. Este formulario se dirige directamente al responsable del centro y al CatSalut, y se advierte que, en caso de que el paciente no reciba respuesta en el plazo estipulado por ley, se reserva el derecho “de acudir a las instancias administrativas y judiciales que sean procedentes”. Según Mansergas, el resultado es sorpresivo:
“Hemos tramitado unas 25 quejas, y 20 se han resuelto enseguida. Creemos que esto se tendría que extender a la puerta de cada hospital de Cataluña porque hace falta que todo el mundo sepa lo que está pasando”.
De momento, la iniciativa se desarrolla en Bellvitge, y ha sido utilizada con éxito en Badalona.
Acción en las salas de espera
Identificados con una camiseta amarilla y un carné hecho en casa, los activistas del SAP (Servició de Atención Primaria) Muntanya recorren las salas de espera del Hospital Vall d’Hebrón repartiendo octavillas y ofreciendo información a los pacientes. “En pocos días hemos detectado 30 casos de personas en lista de espera que requerían ayuda”, comenta Carlos, uno de los activistas que promueve medidas de presión para ayudar a las personas que sufren en las listas de espera. “La idea no es hacer asistencialismo ni hacer pasar unas personas antes que las otras –explica la activista Trini Cuesta–, pero es imprescindible quejarse y ejercer presión para que se respeten los derechos de las personas”. En este sentido, Josep Martí dice que
“más allá de indignarnos por las listas de espera, hay que informarse, presentar reclamaciones en el centro sanitario y, sobre todo, organizarse”.
Efectivamente, un hecho en el que coinciden todos los implicados en la lucha contra las listas de espera es la importancia de trabajar de manera coordinada, puesto que “la presión que se puede hacer es mucho más grande”, y apuntan a un hecho fundamental para estos activistas: “El problema de las listas de espera no es un problema individual, sino que es un problema social, y como tal, lo tenemos que afrontar como colectivo”. De esta coordinación, han surgido modelos de reclamación, protocolos de actuación e incluso un grupo de personas que recorren Cataluña para explicar esta experiencia e invitar a replicarla allá donde haya listas de espera. “No podemos permitir –explican– que haya gente sufriendo y que nadie ponga este tema sobre la mesa. Hay que actuar”.
No marches sin hora
“La realidad está en la puerta de los hospitales”, asegura Teo Mayayo, médico y miembro del grupo de trabajo en defensa de la sanidad pública de Tarragona, donde trabajan juntos la CUP, sindicados como CATAC y la CGT, y multitud de ciudadanos. Este grupo de trabajo ha puesto en marcha la campaña “No marches sin hora”, que tiene como objetivo “poner en evidencia el hecho de que las listas de espera que da el Departamento no son reales y, a la vez, empoderar a la gente para que actúe”, explica David Vidal, regidor de la CUP en Reus. Con esta campaña se quiere llamar a los usuarios de la sanidad pública para que no abandonen los hospitales y CAP (centros de atención primaria) sin día ni hora para la siguiente visita, operación o prueba; se pretende, además, que se denuncien los problemas para acceder a la atención.
Sanidad universal
El Real Decreto 16/2012 dejó excluidas del sistema sanitario a miles de personas: inmigrantes irregulares, personas no cotizantes y españoles residentes en otros países. La Plataforma por una Atención Sanitaria Universal trabaja para detectar y denunciar casos en que la asistencia sea denegada y actuar en consecuencia, haciendo seguimiento y presión para garantizar la atención adecuada.
¿Te apuntas a la lucha?
Luchar por los derechos siempre exige organización y fuerza, y cuando la persona que ve vulnerados sus derechos está enferma, la organización social de su entorno es imprescindible. Este convencimiento de que hay que ayudar a aquellos que sufren es el que mueve a las personas que están luchando contra las listas de espera. Si quieres poner en marcha alguna de estas campañas de lucha en tu zona, estas organizaciones te ayudarán:
• Iniciativa penal popular:
dempeusperlasalut@gmail.com
• Plataforma Ciudadana por el Derecho a la Salud:
peldretalasalut.wordpress.com/
• Campaña “No Marches Sin Hora”:
cup.cat/sanitat/
• Plataforma por una Atención Sanitaria Universal:
lapasucat@gmail.com / 93 289 27 15
• Asesoramiento jurídico: 93 353 72 94
• SICOM TV (para proyecciones del documental La Salud, el negocio de la
vida): sicom@sicom.cat
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Estic completament d’acord amb tota iniciativa popular, Si no ens defensem nosaltres no ho faran ells , ja que anirien contra els seus objectius (interessos) .Hem de tenir les coses molt clares i lluitar per a elles.
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