• Por Albano Dante Fachin
A veces, ante un tema demasiado complicado lo mejor es detenerse un momento y volver a empezar por el principio. Frente a los recortes, la respuesta que recibimos es siempre la misma: “No hay dinero”. No hay dinero ni para escuelas, ni para hospitales, ni para servicios sociales, ni para becas ni para comedores escolares. Le preguntes al alcalde de tu pueblo o a Merkel la contestación siempre es igual: “No hay dinero”.
Ante esto, la siguiente pregunta obligada es: “¿Y por qué no hay dinero?”. Para esta pregunta, las respuestas son más variadas: a) la crisis, b) la caída de la actividad económica, c) los “problemas del mercado de la deuda”. Así nos lo explican Gobiernos, medios de comunicación y “expertos”. Y en el momento en que entran en juego los “expertos” es cuando el resto de los mortales dejamos de entender qué está pasando y es necesario empezar por el principio.
¿Tiene demasiados gastos el Estado? Parece ser que, efectivamente, los gastos del Estado son mayores que sus ingresos, frente a lo cual hay dos opciones: o recortar los gastos o aumentar los ingresos (o una combinación de ambas cosas).
Desde el inicio de la crisis la opción que han elegido los Gobiernos del PSOE, del PP y de CiU ha sido la de disminuir los gastos en lugar de incrementar los ingresos. ¿Y por qué lo han hecho así? Porque la única manera de aumentar los ingresos es subiendo impuestos, y esto es muy difícil. La ciudadanía ya paga muchos impuestos y se cabrearía si se subieran todavía más, lo cual es un riesgo electoral enorme para los partidos. “¿Y si aumentamos los impuestos a las empresas y a los más ricos?”, podría preguntar alguien. Rápidamente, los “expertos” le dirían que es un “populista”, que “las empresas pagan demasiados impuestos” y que hay “una presión fiscal excesiva”. Pero una mirada a las cifras nos confirma que esto es simplemente mentira. Según el Eurostat, en España se pagan siete puntos menos de impuestos que en la media de la Unión Europea.
¿Y la cuestión de que las empresas pagan mucho? Con los datos en la mano, no se sostiene: según la propia Agencia Tributaria, mientras que una familia de clase media destina el 22% de sus ingresos a impuestos, una empresa multinacional paga un 3,5%. ¿Y entonces, por qué el Gobierno no sube los impuestos a las grandes empresas? Algunas respuestas podrían ser: a) para ayudar a crear puestos de trabajo, b) porque los miembros del Gobierno provienen de estas empresas, c) porque los miembros del Gobierno acabarán trabajando en estas empresas, d) porque estas empresas pagan las campañas electorales de estos Gobiernos, e) porque estos empresarios son amigos del rey… Alguien podría hacer todavía otra pregunta: “¿Y entonces, por qué no pagan las personas más ricas?” Efectivamente, en España los ricos pagan poquísimos impuestos, entre otras cosas gracias a las sociedades de inversión de capital variable, o SICAV (ver recuadro). Así, mientras un trabajador puede llegar a pagar hasta el 55% de sus ingresos, un multimillonario usuario de una SICAV paga un 1%. Sí, no nos dejamos ningún “0”.
Pero si el escándalo es tan grande, ¿cómo es que todo ello no sale en las portadas de todos los medios? Otra vez, respuestas diversas: a) los dueños de los medios son bancos y empresarios que se benefician de este escándalo, b) los medios tienen anunciantes que se benefician de este escándalo, c) los medios dependen de las subvenciones de los Gobiernos que impulsan este escándalo.
Atención
Desde el pasado mes de marzo el Gobierno del PP está trabajando en una reforma fiscal que puede profundizar en esta situación. La buena noticia es que varias organizaciones están trabajando para informar, hacer propuestas e invitar a la ciudadanía a movilizarse para cambiar el panorama actual. En estas páginas os ofrecemos las cifras y los datos de un escándalo mayúsculo y os acercamos algunas de las soluciones que están sobre la mesa. Todo ello, para tener herramientas que permitan detener esta injusticia.
Así se pagan los impuestos: diferencia entre el tipo nominal y el efectivo que pagan familias, empresas y grandes fortunas
Advertencia: no leas este texto cerca de materiales inflamables
• Las familias aportan alrededor del 90% de la recaudación, y las empresas, el 10% restante. Las grandes empresas, menos del 2%. Es decir, las familias aportan casi 50 veces más que las grandes empresas.
• En 2011, las pequeñas y medianas empresas (PYME) aportaron el 76% de la recaudación por el impuesto sobre sociedades, a pesar de que su volumen de beneficios fue un 32% menor que el de las grandes empresas. Dicho de otro modo, las grandes empresas generaron en 2011 el 60% de los beneficios totales del sector empresarial en España, y solo aportaron el 24% de la recaudación total por el impuesto sobre sociedades.
• En 2013, el BBVA pagó un tipo efectivo en el impuesto sobre sociedades del 2,90% de sus beneficios contables. Previamente, en 2011 tributó un 6,37% de sus beneficios, y en 2012, con 2.111 millones de euros de beneficio total del grupo consolidado, le salieron 217 millones de euros a su favor en la liquidación del impuesto sobre sociedades. Es decir, el Estado le devolvió dinero.
• En 2008, el Banco Santander obtuvo unos beneficios globales de 11.200 millones de euros. La memoria anual explica que después de varias exenciones fiscales y legislaciones internacionales, la entidad solo pagó por el impuesto sobre sociedades millones de euros: el 0,5% de sus beneficios contables.
• Las entidades (empresas) de tenencia de valores extranjeros (ETVE) confieren a España la categoría de paraíso fiscal para las empresas extranjeras. Con esta fórmula, los capitales no pagan impuestos por sus beneficios en el extranjero ni en la entrada ni en la salida de España, pero sí que podrían recibir ayudas y rebajas fiscales en España por las pérdidas declaradas (se trata de una de las pocas legislaciones europeas que permite esta ventaja aplicable a las sociedades holding).
• En 1999 la petrolera norteamericana Exxon abrió una filial en España denominada Exxon Mobil bajo la forma de una ETVE. Dos años después, esta compañía, con un único empleado, ganó 5.333.000 euros en beneficios, pero no pagó ni un solo euro en impuestos en nuestro país, sino que generó una base imponible negativa de 1,5 millones pudiendo beneficiar del crédito fiscal.
“Aunque las grandes empresas, banca y grandes patrimonios eluden y evaden impuestos a placer, la presunta reforma fiscal que prepara el PP aún los favorecerá más. Y pagarán menos. Pero como el Gobierno necesita aumentar ingresos, la presunta reforma que prepara hará recaer el peso del aumento de ingresos sobre la clase trabajadora, la ciudadanía, la gente común. Con más impuestos indirectos y especiales. Los que pagan por igual un camarero, que trabaja 11 horas diarias por 950 euros mensuales, y el presidente y consejero delegado de Inditex, Pablo Isla, que se embolsa 8 millones de euros anuales (…) La batalla por una verdadera reforma fiscal es crucial. Una reforma con la que pague más quien más tiene y más gane. Una reforma que garantice que se recauda lo suficiente para atender las necesidades y derechos sociales de la ciudadanía. Esta batalla debe estar en primera fila de la lucha ciudadana. “
Xavier Caño Tamayo · Attac Madrid
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